martes, 19 de octubre de 2010

El advenimiento del nazismo en Alemania

La República de Weimar, los partidos tradicionales, social-demócrata y centro-católico, estos fueron los que tuvieron que aceptar el Tratado de Versalles, el cual castigaba duramente a Alemania, le imponía altas reparaciones, sacrificios territoriales y limitación de armamentos, existía un grupo creciente de ultranacionalistas furiosos por la derrota, quienes no tardaron en castigar a los dirigentes moderados a los que consideraban traidores; se vivían momentos críticos no solo en la economía sino también en la estructura social, política y cultural; Alemania vivió la primera hiperinflación de la historia moderna, consecuente con la presión francesa en el pago de reparaciones, se llegó a pensar que Alemania se disgregaría. Hitler surge como un dirigente de un pequeño partido, este intenta asociándose tomar el poder en noviembre de 1923 pero fracasa y va a la cárcel; la crisis económica internacional causada en 1929 en los Estados Unidos fue decisiva para que asunción de Hitler al poder, lo mismo que la crisis del 1920-1 lo fue para el fascismo, esto porque se presentaban como las alternativas más prometedoras y contrarias al sistema que no pudo contenerlas, Hitler fue nombrado canciller por el mismo presidente de la República; las batallas entre camisas pardas y comunistas eran instituciones del régimen, en el poder se eliminó al partido comunista, luego se reformó la constitución, en las siguientes semanas desparecieron los otros partidos, pero hubo que esperar a la muerte del presidente para que Hitler absorbiera todos los poderes de estado e instaurase su férrea dictadura, para él Alemania no estaba vencida, había sido traicionada por los revolucionarios que la apuñalaron por la espalda, razas inferiores que había que eliminar o esclavizar para depurar a la contaminada Alemania, se quería un estado superior, idéntico a su nación natural, a su etnia, que es la raza superior, solo así Alemania gobernaría el mundo, constituida por su territorio nacional, el de la lengua germana; era necesario romper con el Tratado de Versalles, símbolo de la humillación y la traición. Durante algún tiempo mejoró la condición del pueblo alemán y se extendió la ideología por toda Europa, en Bélgica, en Gran Bretaña, en Francia, en España,  pero es claro estos movimientos alcanzarían el poder ahí donde más se vivió la crisis económica, el descontento social y la crisis política; otros gobiernos como Francia recurrieron a deflaciones, Gran Bretaña a proteccionismos, muchas sociedades también reaccionaron con totalitarismos de izquierda, de ideologías comunistas y socialistas. Las posiciones blandas, apaciguadas y tolerantes de las potencias vencedoras como Francia e Inglaterra y el aislacionismo norteamericano dieron la certeza a Hitler para poner en marcha su plan imperialista.

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